domingo, 13 de marzo de 2011

CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA


A los contaminantes ya conocidos, en agua, atmósfera y tierra, se ha venido a sumar en los últimos años la contaminación electromagnética, debido al espectacular desarrollo de aparatos eléctricos y las comunicaciones. Dicha contaminación electromagnética está producida por campos eléctricos o magnéticos, y que son producidos por la corriente eléctrica, por transmisiones de radio y televisión, telefonía móvil, microondas, etc.

Dada la proliferación incontrolada de funtes de contaminación electromagnética a nuestro alrededor, numerosos científicos de renombre internacional han advertido del creciente riesgo a que estamos sometidos, señalando como efectos adversos: cefaleas, insomnio, alteraciones del comportamiento, ansiedad, depresión, cáncer, leucemia infantil, alergias, abortos, enfermedad de Alzheimer, malformaciones congénitas, etc. Dichos efectos están en relación con la potencia de emisión recibida y con la duración de dicha exposición, y es de tener en cuenta que la radiación electromagnética atraviesa las paredes, por lo que el único "resguardo" es mantener una distancia adecuada.

Fruto de esta preocupación creciente por la electropolución surge el proyecto CEM (de campos electromagnéticos), auspiciado por la Organización Mundial de la Salud, en el cual participan numerosos países, y mediante el cual se pretenden aunar esfuerzos con el objeto de lograr un adecuado conocimiento sobre los efectos de la contaminación electromagnética. También es de importancia destacar la labor realizada por la Comisión de las Comunidades Europeas, que en 1998 elaboró en su seno unas Recomendaciones para los países europeos en materia de contaminación electromagnética.

Teniendo en cuenta la bibliografía especializada y las publicaciones consultadas, queremos recordarle el destacado papel que en la electropolución tienen las siguientes fuentes:

1) Los tendidos de alta y media tensión, con sus subestaciones y transformadores:

Estos elementos son fuente de campos electromagnéticos de alta intensidad en el nivel de ELF, cuyo alcance es variable y cuyos efectos pueden ser perjudiciales para la salud.

2) Las emisoras de radio y TV, así como las estaciones base de telefonía móvil:
La contaminación es en el nivel de radiofrecuencia y microondas (desde 100 KHz - 300 GHz). Los campos electromagnéticos producidos son pequeños, aunque en la cercanía de las antenas emisoras (dependiendo de su potencia y frecuencia) pueden alcanzarse niveles de densidad de potencia y campo eléctrico perjudiciales para la salud. Además, estas radiaciones tienen un gran alcance y están experimentando un crecimiento exponencial, por lo que afectan a un sector cada vez más amplio de la población.

3) Los electrodomésticos y las instalaciones eléctricas caseras:
El creciente uso de electrodomésticos nos somete a un mayor riesgo de irradiación en nuestras casas, en el caso de que los electrodomésticos no dispongan de las adecuadas medidas de seguridad: microondas, calefactores, vitrocerámicas; o de que las instalaciones eléctricas no posean una correcta toma de tierra.

4) Las instalaciones y aparatos de uso industrial:
En el medio industrial se puede fácilmente estar expuesto a elevados niveles de electropolución. A este respecto existe una normativa del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, que es el mínimo exigible a cumplir.

Nuestra mayor preocupación va dirigida a los tendidos de alta y media tensión, y a las subestaciones y transformadores, por su alta potencia, y a las estaciones base de telefonía móvil, debido a su desmedida proliferación, aprovechando la baja regulación al respecto, y a que son los ciudadanos (a menudo desinformados) los que dan el consentimiento a esta instalación a cambio de suculentos ingresos.

Ecologistas en Acción, teniendo en cuenta las recomendaciones del Consejo de la Comisión de las Comunidades Europeas, quiere instar a las autoridades regionales y municipales a que adopten las instrucciones contenidas en la Recomendación del Consejo de las Comunidades Europeas, y preferiblemente observar los límites de radiación menos permisivos, en el ámbito internacional, que deberían ser adoptados de manera cautelar, y usando el principio de precaución, mientras no se pueda asegurar fehacientemente que otros límites superiores no pueden causar enfermedad. En especial, y derivado de la Recomendación del Consejo y del conocimiento científico de que disponemos en este momento, queremos instar a que se siga como mínimo de manera inmediata y urgente el siguiente decálogo de medidas preventivas por parte de nuestra administración regional.






http://www.nodo50.org/ecologistasclm/ab/documentos/contam_electrom.htm


Daniel Casique 17646876 CRF

http://danielalicasiquebustacara.blogspot.com/

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